María José Sáenz de Buruaga.
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Redacción. Santander
El Gobierno de Cantabria ahorrará más de medio millón de euros cada año al asumir de forma directa la atención a los menores extranjeros no acompañados, que hasta la fecha venía desarrollando la Fundación Cántabra para la Salud y el Bienestar Social. La consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga ha puesto esta fórmula como ejemplo de ahorro en la gestión: el Gobierno, a través del ICASS (Instituto Cántabro de Servicios Sociales) “recupera” este programa, evitando el gasto de más de 500.000 euros cada año.
La titular de Servicios Sociales se ha manifestado así en el Pleno del Parlamento, en respuesta a una interpelación de la diputada socialista y exconsejera de Empleo y Bienestar Social, Dolores Gorostiaga. Esta le preguntaba por los efectos en Cantabria de la “drástica reducción” en los presupuestos generales del Estado de las partidas para la dependencia, pero también en atención a la familia o la infancia.
En el caso de la dependencia, Sáenz de Buruaga ha defendido que, pese al descenso presupuestario estatal, se ha “actuado de frente” con las comunidades autónomas y con “responsabilidad” hacia los dependientes. Sáenz de Buruaga ha señalado que si bien, se ha “suspendido” la incorporación de nuevos dependientes, moderados, se ha “asegurado” mejor atención a los que ya se beneficiaban del sistema. Gorostiaga, en su réplica, ha ironizado con que “cuando se reduce” hay “mejor” educación o sanidad, según, ha opinado, se desprende de las declaraciones de los miembros del PP. Y ha pronosticado, en referencia a la argumentación de la “herencia recibida” que suele emplear el PP, “la herencia que van a dejar ustedes va a ser un retroceso de más de 30 años en las políticas sociales de este país”.
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